MCFARLANE, MENLO

 “Durante varios años, a finales de los 90 y principios de los 2000, trabajé con danza, música y artes visuales en la isla de Ibiza, frente a su costa mediterránea. Mis amigos y compañeros durante ese trabajo eran unos jóvenes veinteañeros. Un grupo muy artístico y enérgico de músicos, poetas, pintores y bailarines .... unos auténticos buscadores de la Verdad”, asegura, y añade: «Gracias a la influencia de estos jóvenes conocí y amé la isla de Ibiza, y España en general. Para mí, la pintura tiene que ver con la luz y, como ya sabéis, la luz natural que tenéis allí es de gran valor para el apasionado artista. Realmente una de las mejores luces de todo el planeta. Y créanme cuando os digo que consumí mucha luz solar durante mis estancias».