FERRER GUASCH, VICENTE

 

Adiós al pintor de la luz de Eivissa

Eivissa | Marta Torres

12·11·08 | 15:27

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Dos elegantes señoras buscaban ayer en todas las librerías de Eivissa el libro `Ferrer Guasch´, de Miguel Ángel González. Tarea casi imposible. Los últimos ejemplares parecían haberse agotado al mismo tiempo que la vida del pintor ibicenco, que fallecía el lunes por la noche en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario a los 91 años.

Su muerte ha dejado un poco huérfano al mundo cultural de las Pitiüses, según lamentaban ayer los que lo conocían bien. Algunos reconocían que ni su avanzada edad ni el hecho de que llevara más de una semana ingresado les había hecho pensar por un momento que tendrían que llorar la desaparición de este hombre, el pintor de la luz de Eivissa. Acostumbrados a imaginarle siempre trabajando incansable con sus pinceles y mostrando sus nuevas creaciones a muchos de ellos se les hace difícil pensar que la exposición que inauguró a finales del pasado verano en la galería Via2 fue la última en la que sus palabras acompañaron a sus lienzos.


Una de las más afectadas, y sorprendida por ello, era Catina Costa, responsable de la sala de Cultura Sa Nostra, donde Vicent Ferrer Guasch expuso una decena de veces en los últimos veinte años. «He vivido momentos muy buenos con él aquí. Me he reído muchísimo con él. Era un hombre muy adusto pero también muy tierno. Al principio parecía muy serio pero después veías que no era así. Para saber cómo era de verdad había que conocerlo», comenta Catina Costa mientras se esfuerza por reprimir las lágrimas. Se ha entristecido al leer la noticia en el diario pero es ahora, cuando empiezan a pasar por su cabeza los momentos con él, cuando es consciente de la pérdida. «Ha sido una figura clave. Todo el mundo sabía si un cuadro era suyo. Por sus volúmenes, por sus sombras», indica.

Gastao Heberle, propietario de la galería Berri, en Sant Agustí, recuerda las miles de conversaciones que mantuvo con el pintor, que en los últimos años decía que este pequeño espacio era donde mejor quedaban sus cuadros. «Hablábamos mucho de los dos temas que a él le apasionaban: la destrucción de la isla y la Guerra Civil», apunta. «Él pintaba una isla limpia y blanca, pero la realidad era cada vez más diferente de esa imagen», rememora el brasileño, que resume sus recuerdos en una frase: «Me gustaba Vicent Ferrer Guasch como persona».


Más allá de sus pinturas, el pintor disfrutaba de las tardes de cartas en la sociedad cultural Ebusus. Cada día a las seis y media de la tarde se sentaba a charlar y jugar al ramiro con Mariano Llobet, Toni Marí, Vicent Soleietes, Vicent Matutes y Toni Torres Font. Precisamente la galería de éste último, Via2 acogió la última muestra del pintor, al que confiesa que siempre trataba «de usted» y al que «no le perdonaba una» en las partidas de cartas. Explica que tenían un trato un tanto especial, con comentarios provocadores y fingidamente fríos que escondían «un gran cariño», algo que no es necesario explicar cuando se les ha conocido a los dos. «Hasta el día antes de que lo ingresaran vino a jugar», indica Antoni Torres Font.

«Todo se acaba», susurra el pintor y cuñado de Ferrer Guasch, Antoni Prats Calbet, que destaca la «dignidad» con la que el artista alcanzó los 91 años. «En estos momentos siento profundamente la pérdida del pintor, de la persona y del cuñado», comenta. Prats Calbet conoció a Ferrer Guasch antes de que éste se casara en segundas nupcias con su hermana Fanny, cuando ambos compartían afición por el mar en el Club Náutico de Eivissa. «Tanto en la pintura como en la vida tenía una gran personalidad propia», resume.

Referente de artistas

Aunque hablar de Ferrer Guasch es imaginar rincones encalados y casas en una gama inacabable de blancos, el pintor plasmó otras cosas con sus pinceles. El actual presidente del Club Náutico de Eivisa, Julián Vilás, conserva una marina del artista. Vilás recuerda el empeño que puso el pintor durante su etapa como presidente del club (de 1969 a 1972) para que se creara la escuela de vela, motivo por el que hace unos años se le hizo un homenaje. «Era una bella persona», indica Julián Vilás.

Muchos ibicencos conocieron a Ferrer Guasch como profesor de dibujo del instituto Santa Maria antes que como uno de los pintores más prolíficos que han dado las Pitiüses. Es el caso del artista y presidente en Eivissa y Formentera de la Associació d´Artistes Visuals de les Illes Balears (Aavib), Carles Guasch. «Hablar de Ferrer Guasch es hablar de un referente importante en la pintura. Creó un estilo muy personal y eso es algo que no se le puede negar. Algunos le han criticado por su estilo pero tiene mucho mérito hacer una pintura que siempre ha sido un referente para Eivissa y que lo será por mucho tiempo», indica. Carles Guasch recuerda a Vicent Ferrer Guasch como un profesor «estricto» y como un igual «con un criterio muy abierto y al que le encantaba hablar de arte».

Aunque desconocen la forma, tanto el Consell de Eivissa como el Ayuntamiento de Eivissa han mostrado su intención de homenajear al pintor. Seguramente serán dos exposiciones en las que mostrarán los cuadros de Vicent Ferrer Guasch que tienen en sus fondos ambas instituciones.

Pintor hasta el final

«Eivissa ha perdido a un gran artista y un gran hombre que dedicó muchos años y toda su producción pictórica a dejar constancia de la arquitectura ibicenca», destacaba ayer desde Barcelona el conseller insular de Cultura, Marià Torres, que también fue alumno de dibujo de Ferrer Guasch. En este sentido, Torres insistió en el «compromiso social» y el trabajo que desarrolló el pintor en el mundo de la educación «y en otros más desconocidos como el del deporte», señaló en referencia a su labor para poner en marcha la escuela de vela del Club Náutico de Eivissa. «El vacío que deja es importante pero a todos nos queda el gusto de haberlo conocido y, sobre todo, de haber conocido su obra», añade el conseller, que confiesa que a pesar de tener un maestro como Vicent Ferrer Guasch no consiguió mejorar mucho en dibujo: «Era culpa mía, siempre he sido negado para pintar».

Su antecesora en el cargo, Carolina Torres, es una de las muchas personas que apenas puede creer que no coincidirá nunca más con el pintor en una inauguración. «Me ha sorprendido porque a pesar de que ya era muy mayor mostraba una fortaleza que prácticamente nos hacía pensar que era inmortal», señala. La ex consellera del PP no conoció en persona a Ferrer Guasch hasta que llegó al Consell, aunque asegura que hasta entonces «había visto tantos cuadros suyos» que cuando se lo encontró en una inauguración «era como si le conociera de toda la vida». De ese primer encuentro recuerda que le sorprendió «la claridad y la lucidez con la que te hablaba de cualquier cosa».

La alcaldesa de Eivissa, Lurdes Costa, no lo tuvo como profesor pero sí le recuerda como director del instituto Santa Maria cuando ella estudiaba. Cuando mejor le conoció fue durante los años que ostentó el cargo de concejala de Cultura, años en los que asegura que se dio cuenta de lo «cercano» que podía llegar a ser.

La alcaldesa recuerda que para el Ayuntamiento de Eivissa la pérdida de Vicent Ferrer Guasch no sólo les afecta por la desaparición del artista «sino también como el fallecimiento del padre de un compañero», comenta recordando que el concejal de Turismo, Comercio y Participación Ciudadana, Vicent Ferrer, es hijo del pintor. La alcaldesa admira la vitalidad y la curiosidad que Ferrer Guasch mantuvo hasta el mismo momento de su fallecimiento. «Me sorprendía que a los 90 años siguiera encontrándomelo en las inauguraciones y participando en la vida social ibicenca. Tenía muchas ganas de vivir», indica. Y es que hasta el momento en el que entró en la Policlínica Ferrer Guasch seguía acudiendo cada día a su taller para seguir pintando. Lurdes Costa no descarta que en breve el Museo Puget acoja una exposición sobre el recién fallecido pintor: «Él era discípulo de Narcís Puget, así que el Museo Puget sería el espacio más adecuado para mostrar su obra, pero será la directora del Museo quien decida cuándo y cómo se organiza esta muestra».

La escritora Elena Alvarado (Nora Albert, cuando escribe poesía), por su parte, lamentaba ayer que Vicent Ferrer Guasch haya fallecido sin ver publicado `Calç i memòria´, un libro en el que 30 dibujos del pintor ilustraban otros tantos haikus de la escritora. «Le hacía mucha ilusión, pero la editorial ha ido retrasando la fecha de salida y no ha llegado a verlo», lamenta compungida.

Todos ellos lamentaban ayer la pérdida del pintor y del hombre. Todos ellos se consolaban ayer al recordar que Vicent Ferrer Guasch seguirá presente en las vidas de muchos ibicencos a través de sus cuadros. Ventanas a la Eivissa que tanto amaba y que, igual que él, prácticamente ha desaparecido.